RESEÑA | Stray

Con un montón de expectativas, su buena cantidad de memes, un inesperado record de venta en su primer día, y el anuncio por parte de Annapurna de aliarse con diversas organizaciones para ayudar a gatos sin hogar, llega Stray “El juego del Gatito” a sorprender a todos y recordarle a todos los creadores de videojuegos, jugadores y críticos, de que se trata en realidad cuando creas un videojuego. En un mundo plagado de “Tiendas internas para obtener el look que más quieres para tu personaje, vehículo y accesorios”, microtransacciones, empresas que incluso quieres fusionar sus juegos con NFTs, y DLCs para aventar para arriba muchas veces forzándote a comprar la consola más nueva para poder disfrutar la experiencia completa (sí, los estamos volteando a ver a ustedes Square Enix, y Ubisoft); llega para PC a través de Steam, y Playstation 4 y 5 STRAY.

Este juego, desde su anuncio en 2020 llamó mucho la atención de muchas personas, no solo del staff de Cinegamer’s si no del público en general. ¿Un gato como protagonista? ¿Robots? ¿Un mundo abierto donde puedes explorar todo? La gente no sabía que esperar. Podría ser el juego que marcara al Ps5 (donde se le dio mucha promoción por parte de SONY) para bien o para mal.

No hubo un solo momento del juego que me hiciera sentir aburrido

Y es que desde un principio, STRAY lleva al extremo muchos estereotipos de los juegos de video nuevos o que no tienen detrás de ellos una historia que les ayude a consolidar su lugar. El juego lleva al “Protagonista serio y misterioso” a un lugar que no podría funcionar en ninguna otra circunstancia. El o La protagonista nos es presentado en un pequeño prólogo donde, no sabemos si es un él o un ella (NOTA ACLARATORIA: A partir de aquí me referiré a la protagonista como ELLA, por decisión personal) no sabemos si la gatita está con sus hermanos, o con una manada de gatitos formada por distintos vagos que decidieron juntarse y ser amigos; si alguno de los otros gatitos en esta escena introductoria son su familia biológica; NADA. Es una gatita, que está con otros gatitos, haciendo cosas de gatos hasta que las circunstancias de ese día llevan a la protagonista a separarse de su manada y terminar en el mundo que comenzamos a explorar.

Desde este momentos se puede notar la esencia real de este juego: LA SIMPLICIDAD. No es un juego rebuscado con combinaciones alucinantes de controles ni un árbol de talentos donde puedes decidir el tipo de gato que quieres ser ni nada por el estilo. Te enseñan a caminar, interactuar con otros personajes, el ambiente, saltar, saltar en secuencia y listo; es lo que en ese momento necesitas conocer; lo mismo del mundo que te rodea, no sabes que está pasando, y como jugador pues quizá es un poco extraño no tener un personaje “guía” o “gurú” que te explique cómo fue que la humanidad y el planeta fueron devastados… Se asume que es un futuro distópico (por lo que puedes notar en el escenario introductorio y durante la primera parte del juego, así como los avances) pero, en realidad es que a la protagonista no le intriga nada de eso; solo quieres buscar la manera de salir de donde estás y de ser posible, regresar a ver a tu manada de la que te separaste tan repentinamente, un concepto realmente sencillo.

El mismo juego te va guiando de la mano para que vayas desbloqueando el misterio al que llegaste, y te lleva a conocer al deuteragonista del juego: Una inteligencia artificial que despertó tras tu llegada a la ciudad subterránea y que transfiere su software a un dron que te acompañará, y será quien sirva de traductora y de inventario para interactuar con los robots y poder cargar con todos los items clave y opcionales que los distintos niveles tienen para resolver los acertijos que necesitas para seguir avanzando. Estos acertijos no son nada complejos, pero tampoco es de “aprieta los 3 mismos botones cada vez que se te presenta una puerta cerrada”, Stray logra mantenerte entretenido en cada uno de los desafíos, evadiendo muy bien la bala de la monotonía; aunque no podemos decir lo mismo del “sistema de combate”.

Dentro del juego hay 2 tipos de enemigos, y nada más; no hay un nivel donde haya los 2 tipos de enemigos al mismo tiempo, y no son en todas las zonas y en todo momento donde estos enemigos estén queriendo quitarle una de sus nueve vidas a nuestra protagonista; la sencillez de los niveles “de combate” vuelven un tanto extraño las mecánicas de estos, ya que, a pesar de lo que uno pueda creer, la gatita no se defiende “como gato panza pa’ arriba” de los ZURKS (unos bichos como tipo pulga superdesarrollada) ni de los SENTINELS (unos drones de combate al final del juego); el punto central del combate es “corre, brinca, evade, encierra, repite” en 2 de los 3 niveles en donde aparecen estos enemigos; el momento donde tu dron tiene su obligatoria mejoría para poder defenderte mejor de los Zurks (una lámpara de luz ultravioleta con una super referencia al Doc Brown) termina siendo solo eso, un nivel, y sin poder saber si necesitarás nuevamente de este aditamento; no obstante, el propio juego te indica que una vez que dominaste una cierta acción o una nueva habilidad del juego, no será necesaria en el siguiente nivel, y que deberás aprender a navegar con tu gatita en un nuevo desafío que no incluirá lo que aprendiste; y también es muy claro que todos los items que obtengas en un nivel, son para ese nivel solamente, y no estarás cargando un “frijol mágico” por todo el juego sin saber dónde o cuando realmente usarlo.

El misterio detrás de toda la historia se resuelve bastante bien, a través de realizar solamente las acciones clave del juego, pero si tienes la paciencia, y el corazón de un completista, podrás enterarte de una manera extraordinaria lo ocurrido antes de los eventos del juego, y darte cuenta que tan bien cuidado tienen el trasfondo de su historia estos muchachos de BlueTwelve Studios; todo, nuevamente de una manera sencilla, pero no monótona. No hubo un solo momento del juego que me hiciera sentir aburrido, o que quisiera mejor terminar de ver en youtube la historia.

La queja más fuerte para STRAY, si acaso, sería el final; no solo faltó resolver el misterio más importante (particularmente, por lo menos) del juego, si no que realmente corta la historia en el momento donde tenían ya el 100% de mi atención en algo más que no fuera la resolución del conflicto de inicio; digo, si tienen gatos sabrán que a diferencia de otros mamíferos, los gatos ferales pueden estar solos, o en manada según su ambiente les ponga las pruebas, pero aun así yo quería que me dijeran si la gatita regresa con sus amiguitos/hermanos o que encuentra después de salir de la ciudad; y por otro lado tmb sería super interesante conocer el destino de todos los robots al salir del único mundo que conocen, y que harán en este lienzo en blanco que tienen frente a ellos. ¿Aprenderán de las lecciones de sus ancestros y harán una sociedad mejor? ¿repetirán los errores del pasado, como una pequeña facción de esta sociedad estaba haciendo?

Entiendo muy bien que los desarrolladores quieren tener fe, y le tienen fe a su proyecto, y todo proyecta monetariamente a que es un éxito, y que la gente pedirá y querrá más de este mundo; la historia cierra suficientemente bien para dejar la puerta a una posible secuela, o si los programadores deciden explorar otra faceta de este mismo mundo sin una protagonista felina como hilo conductor, o de plano dejar este jueguito como un Stand Alone, funcione de igual manera; no obstante, se siente, por un momento, incompleto y vacío este final; sobre todo si eres de aquellas personas que necesitan saber si nuestra protagonista tendrá un final feliz, no solo especularlo o quedarte con la esperanza de que así sea.

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Lo Bueno:

+ Sencillo en todo aspecto, pero no cae en ser simple.

+ Desafíos bien logrados que impiden que te aburras del juego.

+ El mundo desarrollado para la historia da mucho más allá si es que deciden ampliarlo o diversificarlo.

+ Soluciones muy bien pensadas para las limitantes que pudiera tener el protagonista para la interacción con su ambiente y los otros personajes.

Lo Malo:

– El final del juego no deja claro que sucede con la protagonista.

– Faltó un poco más de desarrollo al final del juego donde la historia realmente te tiene cautivo.

En Conclusión:

Stray llegó a recordarle a la industria, y a los consumidores de lo que se trata el desarrollo de un videojuego. No se necesitan cantidades absurdas de contenido al que solo tienes acceso si pagas una cantidad extra al producto inicial, ni DLCs cada 2 semanas, ni microtransacciones o economía interna ni nada que hace característico el desarrollo de un videojuego moderno. Necesitas una buena historia, controles funcionales, mecánicas divertidas y SENCILLEZ en el desarrollo de la escencia de tu juego, para que puedas tener tiempo suficiente de ponerle atención a los detalles estéticos de tus personajes y entorno. En este caso, los desarroladores pudieron crear un futuro distópico recuerda escenarios como Blade Runner, o The Matrix, pero obtiene también un sello característico en la estética de la Ciudad, y de sus habitantes robots, que lo distingue perfectamente de otras obras del mismo género, cada vez más visitado por la industria. Stray viene también a quitar paradigmas que los videojuegos son sinónimos de violencia; una de las acciones que puedes hacer es maullar. Hay logros desbloqueables por hacer que la gatita sea cariñosa con los robots, por platicar a base de maullidos con ellos, por quedarte dormida en el pecho de un robot más de una hora. Y no es que sea un “Cat Simulator” al 100%, los desarrolladores evitaron a toda costa un juego de ese estilo; pero el mismo comportamiento de la raza felina y de las limitaciones y ventajas que tienen en el mundo real lo vuelven un juego super disfrutable y al mismo tiempo entrañable.

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