Cuando vez que un mercado esta creciendo como el de los videojuegos y notas las cantidades multi millonarias de ganancias que se están llevando Nintendo, PlayStation y Xbox; es obvio que si tienes el dinero harás tu lucha por entrar al negocio.

Google lanzo ya hace un tiempo su plataforma de Stadia, donde apostaba 100% en lo digital a tal grado de que al comprar el juego ni siquiera lo descargas y solo puedes jugar con este vía streaming, una puesta arriesga donde tenía todo que perder y poco que ganar.

La apuesta no parecer a ver dado los frutos esperados cuando hace solo unos días y de la nada se anuncio el cierre del estudio de Stadia, el cual estaba enfocado en crear juegos exclusivos para la consola y la primera ronda se dijo que esto era por los fuertes costos de producción; lo cual es difícil de creer cuando un moustro como Google te respalda.

De acuerdo con fuentes cercanas a Kotaku, Phil Harrison, jefe de Google Stadia, realizó una sesión de preguntas y respuestas con los desarrolladores de estos estudios días después de anunciar su cierre. Aquí, los ahora ex-trabajadores cuestionaron fuertemente a Harrison sobre la controversial decisión que se hizo a principios de mes. De esta forma, se reveló que la compra de ZeniMax, empresa matriz de Bethesda, por parte de Microsoft fue uno de los factores que empujaron a Google a cerrar su división de contenido original para la plataforma de streaming.

Por el momento las fuentes anonimas no dan mas datos, pero parece que Alphabet, empresa matriz de Google y aproximadamente a la par con Microsoft en lo que respecta a ingresos y ganancias, no tenía la suficiente confianza en la división de juegos para Stadia.

Por otro lado también se menciona que otro de los motivos fue a causa del COVID-19, el cual ha afectado el desarrollo de varios juegos a lo largo del último año. De igual forma, las fuentes han señalado una falta de recursos, un mal manejo de los equipos creativos y dificultades con el software como las principales razones por las cuales muchos proyectos no vieron la luz del día.

Fuente: Kotaku