El día 10 de noviembre del 2020 Microsoft hace historia lanzando la nueva generación de consolas y tuvimos la suerte de hacernos de una de ellas para traerles el unboxing de la versión del Xbox Series S y así vean que les espera en su compra.

Cabe mencionar que el componente que permite a esta consola convivir sin complejos con Xbox Series X es su CPU. Y es que el microprocesador de ambas máquinas es esencialmente idéntico. Ambos se afianzan sobre la microarquitectura Zen 2 de AMD, se fabrican utilizando fotolitografía de 7 nm y tienen exactamente las mismas especificaciones. La única característica que nos permite diferenciarlos es que los ocho núcleos de la CPU de Xbox Series S trabajan a una frecuencia de reloj de 3,6 GHz, y no a los 3,8 GHz del procesador de Series X. Incluso tienen algo más en común: cuando entra en acción la tecnología SMT la frecuencia de reloj de ambas CPU se reduce ligeramente.

Un punto bastante positivo es que las dos Xbox de nueva generación compartan procesador responde a la necesidad de facilitar a los desarrolladores el traslado de sus juegos a ambas máquinas con relativa facilidad, algo que sería mucho más complicado si la CPU de Xbox Series S fuese sensiblemente menos capaz que la de Series X. Primer punto importante a favor de la más económica de estas consolas. Sin embargo, si nos vamos a la lógica gráfica sí encontramos diferencias muy relevantes entre ambas máquinas, lo que nos recuerda que Series X ha sido ideada para jugar a 4K y Series S apuesta por el juego a 1080p y 1440p.

Les compartimos la siguiente imagen donde podrán ver a profundidad las características y diferencias entre las consolas de nueva generación:

Dicho todo lo anterior y sabiendo que entraron aquí para ver como abrimos la consola en sus primeros días de lanzamiento, se los dejamos justo aquí:

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No dejes de estar atento a nuestro canal de YouTube donde dentro de poco subiremos la interface de la nueva consolas y algunos detalles que podrán ayudarte en aprovechar al máximo tu consola.